Mtra. Margarita Rodríguez López
Enlace Central de Abasto, Grupos Especializados de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México.
Vicepresidente de locales comerciales de la Unión de Comerciantes en frutas, legumbres, abarrotes y locales comerciales de la Central de Abasto de la CDMX A.C. (UNCOFYL).
Prosecretario de Relaciones Públicas de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto A.C. (CONACCA).
Comisionado de Vinculación Académica de la Confederación Nacional de agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto A.C. (CONACCA).
Fecha: 26-07-21
Con motivo de la celebración del Año Internacional de las Frutas y Verduras, establecido por la Organización de las Naciones Unidas en 2021 y coordinado por la FAO, se han establecido eventos alusivos al mismo, alrededor del planeta y el Foro Vida Saludable de Canaco CDMX es un esfuerzo más para dar a conocer el impacto de nuestra alimentación en una vida plena.
Las frutas y verduras se han constituido a lo largo de la historia de la humanidad como la base de la alimentación ya que son una fuente rica en nutrientes y energía, ayudan satisfacer dos de las principales necesidades primarias: El hambre y la sed.
En el momento que el ser humano se volvió sedentario comenzaron a surgir costumbres y tradiciones en cada comunidad, que conformaron la identidad de cada pueblo, nación y continente.
Las frutas adornan con sus formas y colores la naturaleza, son ricas en vitaminas y minerales, carbohidratos, fibra, antioxidantes. Sus propiedades ayudan a la digestión, son excelentes sustitutos de los azúcares industrializados, son muy bajas en lípidos y en sodio, nos aportan potasio, vitamina C… Las verduras u hortalizas también constituyen una importante fuente de minerales, vitaminas, fibra, que ayudan a nuestro organismo.
En conjunto son fuente de omega 3, antioxidantes, vitamina E, fitoquímicos y polifenoles (presentes en vegetales), que ayudan a la antioxidación de las células cerebrales; vitamina B, C, entre otros.
La mejora en la alimentación es determinante para nuestro cerebro, ya que nos ayuda a que los nutrientes que son enviados a través de la sangre lleguen y envíen el oxígeno necesario a todas las células que conforman nuestro organismo. Una alimentación saludable aporta a nuestro cerebro sustentos que ayudan al crecimiento de sus células y mejoran las sinapsis o conexiones neuronales.
Nuestra alimentación es determinada por las figuras parentales, siendo ellos quienes deciden qué comer y qué beber. Es así como los alimentos se convierten en el centro de las primeras relaciones sociales que desarrollamos y que nos transforman en un ser social.
Las decisiones relacionadas con el qué comer y qué beber en la son de los padres, y así creamos/adoptamos hábitos alimenticios; sin embargo, cada vez la población se transforma en un ente con mayores índices de obesidad y diabetes, padecimientos que impactan directamente en nuestra calidad de vida.
La dinámica poblacional en la que nos encontramos, requiere que la pareja principal que conforma la familia trabaje y, en muchos casos, los alimentos de acceso fácil y rápido sustituyen a los alimentos saludables.
Es momento de que retomemos las bondades de las frutas y verduras, reincorporándolas, desde la edad temprana a nuestra dieta, con la finalidad de que, en conjunto con otros elementos generemos una nueva cultura de la alimentación.
Es de suma importancia que conozcamos los nombres, los colores, los olores, los sabores, que los que los registremos e integremos con las sensaciones del gusto, del olfato, del tacto, de la vista.
Las frutas, en general, tienen colores llamativos que hacen que el cerebro se active al conocerlos. Cada uno de sus colores tienen que ver con las sustancias y propiedades que poseen.
Con la finalidad de que la población cuente con una alimentación balanceada, algunos nutriólogos recomiendan mezclar los colores, ya que así obtenemos nutrientes variados.
Por ejemplo:
- Los alimentos de color amarillo-naranja son ricos en antioxidantes, ayudan a tener una buena visión y cicatrización, mantienen la piel joven y refuerzan el sistema inmune (melones, guayaba, naranjas, mandarinas, nectarinas, piñas, zanahorias, papayas, toronjas, entre otros).
- Los alimentos de color rojo-púrpura- morado contienen antioxidantes que ayudan a inhibir problemas del sistema nervioso central, previenen el deterioro de las células, ayudan a la memoria y a combatir el envejecimiento, al corazón, fortalecen el sistema inmune (uvas, rábanos, col morada, arándanos, moras, manzanas, entre otros).
- Los alimentos de color verde, en su mayoría ayudan a la vista, a mejorar el sistema inmune, disminuir el colesterol y los triglicéridos, a tener huesos y dientes saludables (espinaca, kiwi, brócoli, nopales, entre otros).
La pandemia nos ha hecho salir de nuestra zona de confort, nos ha dejado ver nuestras carencias, necesidades y sobre todo la importancia de tener un sistema inmune fortalecido para mantener una buena salud, por eso es importante incrementar el consumo de frutas y verduras. En este momento, debemos cambiar nuestros malos hábitos para afrontar el presente y mejorar el futuro.
Caber mencionar que las frutas y verduras deben mantener el componente de innocuidad, lo que asegura que no se siguen malas prácticas en su manejo, producción, embalaje, distribución, comercialización y consumo, con la finalidad de evitar la transmisión de entes patógenos y en ello todos los actores que participamos a lo largo de la cadena tenemos la responsabilidad del manejo higiénico de los alimentos.
Los centros de abasto y mercados del país y el mundo, estamos enfocados en distribuir y comercializar productos frescos, recién cosechados del campo y por lo tanto podemos tener incidencia en la mejora alimenticia y en la salud pública. Es importante que los gobiernos y el sector agrícola se sigan fortaleciendo pues son un pilar importante dentro de la cadena de distribución y comercialización.
La Central de Abasto de la Ciudad de México, la CONACCA, la UNCOFYL, se unen con la FAO, en este trascendente esfuerzo, para ofrecer a la población local y nacional, no solo con sitios donde puedan adquirir productos frescos e inocuos, sino con la información que requieren para optar por una vida más saludable.